Salimos de Río Gallegos rumbo a Tierra del Fuego, con destino final en Ushuaia.
Esta es mi crónica de un viaje hasta el fin del mundo.

En Río Gallegos, averiguamos sobre el estado del camino, ya que hay un largo trecho de ripio en territorio chileno de Tierra del Fuego.
La información era confusa: algunos decían que estaba en buen estado y otros que era difícil transitarlo, Al final decidimos encarar el viaje con La Querubina y averiguar por nosotros mismos.
La Querubina, nuestra MB 180 Motorhome, tenía algunos problemas en el tren delantero. Por eso, llegamos a considerar dejar el vehículo en lo de mi suegra en Río Gallegos y alquilar un auto.
Importante: Viaje realizado en verano. Un lector hizo una buena aclaración de que en invierno es otra historia y no tengo información al respecto. Ver el comentario de Gustavo en la parte inferior del artículo.

Primera parada: Laguna Azul
Saliendo de Río Gallegos, hicimos un alto en la Laguna Azul, ya que queda de paso camino a la frontera con Chile.
Luego, hicimos los trámites aduaneros y seguimos rumbo sur, con un impresionante viento que le sacaba fuerzas desde lo más adentro del motor a la pobre Querubina.
La Laguna Azul es un espejo de agua dentro de un cráter inactivo.
El paisaje árido, de piedra y arena volcánica, en medio de un entorno casi lunar, es imponente.

Desde el borde del cráter se puede ver el espejo de agua, y es posible descender hasta sus orillas.
Atención: no hay senderos ni escaleras; hay que bajar por las rocas. La bajada no es riesgosa, pero el regreso es empinado y requiere algo de estado físico.
En Punta Delgada
Llegamos a Punta Delgada, el punto de embarque de la balsa de Transportadora Austral de Broom S.A.
Aquí, las tierras de la Isla de Tierra del Fuego y el continente están en su punto más próximo, separadas por el Estrecho de Magallanes.

El viento es impresionante. El mar hace espuma blanca que vuela, y es normal que se formen filas cuando el viento supera los 85 km por hora, suspendiendo el servicio de balsas.
Esperando la balsa, hay un bar donde se puede consultar el estado del viento. Cuando llegamos, soplaban 112 km por hora.
¡Con razón La Querubina, al doblar hacia la derecha con dirección al mar y recibiendo viento de cola, iba a una velocidad nunca vista!
A la vuelta será todo un desafío, ya que el viento predominante del oeste nos dará de frente.
Cruzando a Tierra del Fuego

Es increíble que para llegar desde Argentina a Tierra del Fuego hay que pasar por Chile.
En este punto nos encontramos con el faro de Boca Oriental y el Estrecho de Magallanes, que nos preparamos para cruzar en la balsa cuando se reanude el servicio.
El viento soplaba tan fuerte que, al mejor estilo Michael Jackson, podíamos inclinarnos hacia adelante sin caer.
A mi hijo más pequeño, Tobías, debía tomarlo de la mano para que no retrocediera por la fuerza del viento.
La barca, cuando el viento es menor a 85 km por hora, hace la travesía en 40 minutos.
Los horarios son desde Punta Delgada a Bahía Azul a partir de las 8:30 hs, con salidas cada 2 horas aproximadamente, hasta las 23:00 hs, siendo el último servicio desde Bahía Azul a Punta Delgada a las 21:00 hs.
Para saber los costos y si hay cambios en los horarios o suspensiones por el viento, se debe contactar a la empresa Transbordadora Austral desde la Frontera o desde Punta Arenas al teléfono 0056-61-218100 (interno o extensión 221) o ver toda la info en el sitio web, les dejo el enlace actualizado a junio 2024.
En territorio chileno

Después de hacer la salida de la Aduana Argentina en el continente por la mañana, a la noche debemos volver a hacer doble aduana (salida de Chile y entrada de nuevo a Argentina).
Es molesto el trámite, pero es alentador llegar a la Aduana Argentina, pues desde allí se inicia el pavimento y podemos descansar el tren delantero y nuestra columna del traqueteo del ripio chileno.
Ya en territorio argentino, pasamos por Río Grande, donde hicimos otra noche durmiendo en la camioneta.

Al día siguiente, pasamos por el Lago Fagnano y luego de cruzar el Paso Garibaldi…


Finalmente, Ushuaia
Finalmente llegamos a Ushuaia, ¡cuando nadie apostaba a que La Querubina podría cumplir con este periplo! Ahora nos espera el regreso a Villa María, en Córdoba. ¡Otra gran aventura nos aguarda!
