Puerto San Julián: Historia, Naturaleza y Aventura

En nuestro recorrido hacia el sur de Argentina, tras maravillarnos con los glaciares de El Calafate, nos aventuramos hacia Puerto San Julián, una pequeña localidad costera ubicada en la provincia de Santa Cruz.

Rodeada de historia y belleza natural, esta joya patagónica promete una experiencia algo diferente para los viajeros ávidos de descubrimiento.

Historia que Resiste al Paso del Tiempo

Uno de los mayores atractivos de Puerto San Julián es su conexión con la épica travesía de Hernando de Magallanes.

Aquí, en este puerto, el famoso explorador pasó un invierno a bordo del galeón Nao Victoria durante su expedición en busca de una ruta hacia las Indias.

La réplica de este legendario barco, meticulosamente recreada, es ahora un museo temático que nos transporta al pasado, invitándonos a revivir la audacia de aquellos primeros navegantes.

La Iglesia Catedral de Puerto San Julián también despierta la curiosidad de los visitantes. Construida a fines del siglo XIX, esta modesta iglesia de chapa y madera es un monumento nacional que refleja la sencillez y la belleza de la arquitectura de la época colonial.

En su interior, se respira un ambiente de serenidad y devoción, recordándonos la importancia de la fe en la vida de los primeros habitantes de la región.

Naturaleza en su Estado Puro

La costa de Puerto San Julián es un espectáculo natural por derecho propio.

Las playas que bordean la bahía ofrecen paisajes impresionantes, ideales para pasear y disfrutar del aire fresco del mar.

La Reserva Natural de San Julián, por otro lado, es un refugio para la vida silvestre, hogar de una variedad de especies autóctonas.

Aquí, es posible avistar guanacos, aves marinas y otras criaturas en su entorno natural, lo que brinda una experiencia única de contacto con la naturaleza patagónica.

Dónde queda Puerto San Julián?

La localidad de San Julián se ubica a 380 km al norte de Rio Gallegos y cuenta con un importante puerto.

Aventura en el Fin del Mundo

Aunque pequeña en tamaño, Puerto San Julián ofrece una gran variedad de actividades para los viajeros intrépidos.

Desde recorridos en barco por la bahía hasta excursiones de senderismo por los alrededores, hay opciones para todos los gustos y niveles de experiencia.

Los más aventureros pueden aventurarse en una expedición en 4×4 por los caminos menos transitados de la región, explorando paisajes vírgenes y descubriendo la riqueza natural y cultural que Puerto San Julián tiene para ofrecer.

Algo de información sobre Don Magallanes que quizás no sabías

Magallanes desembarcó en este lugar y decidió quedarse durante un tiempo para evitar el mal clima que caracteriza al mar austral durante el invierno, antes de continuar su travesía hacia el sur.

Hernando de Magallanes, conocido por su carácter intrépido y temperamental, era un líder de gran determinación.

Se cuenta que, durante su expedición, no dudaba en tomar medidas drásticas contra aquellos que se amotinaban en su tripulación, llegando incluso a ordenar ejecuciones a traición mientras estaban distraídos.

Además, se le atribuye el triste honor de ser el primer homicida registrado en territorio argentino, tras la muerte de un nativo patagónico llamado Aoeniken, quien se negó a ser llevado como cautivo a Europa.

Aunque Magallanes era de origen portugués, navegaba bajo los auspicios de los Reyes de España. Curiosamente, su nombre real era Fernando, no Hernando.

El Nao Victoria, la emblemática nave de la expedición de Magallanes, se convirtió en el primer barco en completar una vuelta al mundo, aunque lamentablemente su capitán no pudo ver este logro.

Magallanes fue asesinado en las Filipinas por los aborígenes de la tribu Lapu-Lapu, mientras que la nave regresó a Sevilla bajo el mando de Juan Sebastián Elcano.

Sin duda, un destino trágico para un hombre cuya determinación y valentía marcaron un hito en la historia de la navegación.

Otro dato histórico es que el 1ero de abril de 1520 ofició con su tripulación la primer Misa en territorio Argentino, en dicho lugar hoy se encuentra un monumento, supongo que fué antes de mandar a ahorcar al cura 🙂

Mi opinión de nuestro paso por Puerto San Julián

En cuanto al turismo, me impresionaron dos aspectos principales de Puerto San Julián: el paisaje imponente de la Reserva Natural y la réplica del Nao Victoria, un museo temático que me dejó una sensación agridulce.

Si bien la decoración y la recreación del barco fueron impresionantes, quedé decepcionado por el alto precio de la entrada, especialmente cuando descubrí que, debido a la lluvia del día anterior, solo podíamos acceder a la cubierta.

Pagué una suma considerable para dar una vuelta limitada por unos metros cuadrados sobre un barco de plástico.

Esto me llevó a reflexionar sobre la importancia de la transparencia y la honestidad en la industria turística, ya que los folletos promocionales mostraban un interior magnífico que no correspondía a la realidad.

Situaciones como esta pueden afectar negativamente la experiencia del viajero y la reputación del destino.

Por otro lado, la ciudad de Puerto San Julián me sorprendió gratamente por su orden y pulcritud.

Las características casas bajas, muchas de ellas construidas con chapa, exhibían un exquisito diseño y buen gusto.

Algunas presentaban techos a dos aguas, siguiendo un estilo arquitectónico que recordaba al inglés, común en la región.

Disfruté de un agradable paseo por la pintoresca costanera y encontré un refugio acogedor en el camping local, donde pasé la noche a bordo de la Querubina (nuestra MB180), sumergiéndome en la belleza natural de los alrededores.

Para concluir, quiero compartir una recomendación importante para aquellos que deseen explorar las playas de Puerto San Julián: es fundamental realizar el recorrido en al menos dos vehículos y verificar las condiciones climáticas recientes.

A pesar de que el camino pueda parecer seco, la acumulación de agua en los cantos rodados puede resultar en situaciones complicadas, como quedarse atascado.

Personalmente, experimenté esta situación en dos ocasiones con mi querida MB, La Querubina, y aprendí la lección de la importancia de estar preparado para cualquier eventualidad.

La ayuda externa puede ser escasa y la falta de señal de celular agrava la situación. Aunque enfrenté algunos desafíos, debo decir que la belleza del paisaje y la diversidad de la vida silvestre, incluidos los pingüinos y cormoranes, hacen que la experiencia sea inolvidable.

A pesar de las dificultades, no puedo evitar sentirme atraído por la idea de regresar algún día y explorar más a fondo este fascinante rincón de la Patagonia, especialmente ahora que soy fotógrafo, tengo mejores equipos y me he desarrollado como observador de aves de la Argentina.