La pequeñisima localidad de Antofalla, departamento de Antofagasta de la Sierra, se encuentra al pié del volcán del mismo nombre, Antofalla.
A la fecha (Enero 2018) el pueblo no recibe a turistas, no se puede ingresar sin la autorización de Severo Reales, el cacique de ésta comunidad Kolla o Coya Atacameña.
En Google maps se puede ver que hay un Alojamiento, pero no se fíe, por ahora es algo para las autoridades provinciales que viajan al pueblo.
Están trabajando en un proyecto de apertura al turismo pero está en etapa estudio de impacto, costos, beneficios y que la comunidad tome la decisión final.
En su lengua nativa Antofalla quiere decir “lugar a dónde muere el sol”, aunque yo creo que en la puna y el desierto de Antofalla el sol Vive con más ganas que nunca 🙂
Es pueblo de una calle principal cuyo nombre es Soledad, creo que lo define todo.
Al fondo de la Calle Soledad se ve en la montaña un texto escrito en piedra blanca. Bienvenidos a Antofalla y se ve en lo alto de una loma una pequeña iglesia o capilla que no tiene nombre, ni de Santo Patrono ni Virgen alguna.
No tiene una plaza al frente, como suele ser normal, pero desde sus puertas se aprecia todo el caserío, el pueblo y la escuela a la que concurren actualmente apenas 3 alumnos según me cuenta don Severo.
Don Severo nos dejó recorrer un poco su calle Soledad hasta la capilla, siempre al lado mío, nunca me dejó sólo, tuvimos el honor de ingresar por ir acompañado del intendente de Antofagasta que aprovechó nuestro viaje en camioneta para ir a visitar a gente del lugar y llevar encomiendas, algunos medicamentos, etc.
Luego de conversar un rato me animé a pedirle una foto y sin saber si me daría el permiso me sorprendió con sus palabras. -“No tengo fotos mías, no recuerdo cual fue la última” .
Ahora sé que a ésta foto la tiene Don Severo con un buen marco porque se la mandé a las autoridades locales y me contaron que la mandaron a imprimir y a encuadrar y se la llevaron recientemente, ojalá que le haya gustado.
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2 Comentarios
Hola Graciela, gracias por el comentario. Tal vez no necesiten nada 🙂 están evaluando con la comunidad si se abren o no al turismo y analizan el impacto en sus vidas de por si ya muy tranquilas. Veremos que deciden… Saludos
¡Qué maravilla! Ojalá el turismo les traiga lo que necesitan, a la vez que puedan conservar y compartir la gran sabiduría que deben tener como pueblo. Gracias por el artículo!