La historia que cambió mi vida comenzó en 1994 cuando conocí en un muelle de pescadores a Phillipe, un navegante solitario francés, en Chichiriviche, Venezuela.
A lo largo de nuestro encuentro, Phillipe compartió consejos que dejaron una profunda impresión en mí.
Uno de sus consejos más sorprendente, sobre todo para la época, fue que el trabajo no debía ser un ancla que nos atara a un lugar fijo. Phillipe ya bocetaba el concepto de Nómada Digital allá por 1994.
Él decía que debíamos viajar y trabajar al mismo tiempo. Con su visión adelantada a su tiempo, predijo que el futuro estaría marcado por la comunicación interactiva, y me alentó a crear contenidos en CD-ROMs, el soporte digital de excelencia de aquellos tiempos, aunque confieso que en ese momento yo ni siquiera sabía lo que era un CD-ROM.
El medía su edad en años, pero los cumplía cada 15 días y no cada 360 días como todos nosotros según su escala del tiempo.
De manera resumida lo explicaba así:
“Las personas normalmente se toman vacaciones y viajan 15 días al año. Hace 17 años que viajo por el mundo en mi velero. Vendí mi casa, mi empresa, y me he dedicado todo este tiempo a viajar. Ahora, si una persona viaja durante sus 15 días al año de vacaciones, sin repetir destinos, y quiere aprender todo lo que yo he aprendido en el mar, quisiera conocer a toda la gente que yo conozco y estar en todos los lugares en los que he estado, necesitaría unos 408 años para alcanzarme.“
La historia es más larga, la pueden leer completa, cosa que recomiendo, en este enlace:
La escala Phillipe y “La edad de los viajeros” | ▷ Che Toba Blog – Travel Media
A pesar de mi desconocimiento inicial, abracé la idea y cuando volví a la Argentina le puse foco a esa idea y para 1998, había lanzado más de 70 títulos en ese formato.
Mi vida experimentó un cambio radical: alquilamos un departamento, y gracias a los CD-Roms me compré mi primer auto y, finalmente, conseguí tener mi propio velero que siempre había deseado.
Si no hubiera seguido el consejo de Phillipe y de no haber tomado el riesgo de abandonar mi trabajo de oficina, estas experiencias jamás habrían sido posibles.
Sin embargo, como ocurre en la vida, llegaron tiempos difíciles. Primero, a causa de mi éxito empresarial, perdí de vista el verdadero significado de la Escala Phillipe del Tiempo.
Luego crisis económica de 2001 y la salida de la convertibilidad me afectaron profundamente, tenía ataques de pánico y perdí el rumbo para luchar en mantener la estabilidad financiera.
Pero el espíritu aventurero y la sabiduría de Phillipe no me abandonaron. Vendí prácticamente todo lo que poseía, incluyendo el velero que simbolizaba mi éxito personal y uno de mis más viejos sueños de la infancia.
Nos mudamos en 2001 a la hermosa isla de Ilha Grande en Brasil, donde encontré la felicidad en medio de la simplicidad de la vida en un lugar paradisíaco, donde el bien más preciado de movilidad es una bicicleta, ya que en la isla no están permitidos los vehículos a motor.
La historia de Phillipe y su influencia en mi vida me enseñaron que el tiempo es un recurso invaluable y que la vida se mide en experiencias, no en posesiones materiales.
Su consejo sigue resonando en mi mente, recordándome que la vida es un viaje de exploración, aprendizaje y disfrute de cada momento.
Entonces, ¿por qué esperar para embarcarte en un viaje, ya sea cerca o lejos? No importa cuántos años tengas, cada viaje agrega años de vida a través de experiencias memorables.
Cada nuevo destino es una página en blanco donde puedes escribir tu propia historia, llena de aventuras, aprendizaje y enriquecimiento personal.
¿Cuál será tu próxima aventura? No importa la edad que tengas, cada viaje te brinda la oportunidad de vivir de manera más plena y de abrazar la filosofía de la Escala Phillipe del Tiempo.
Recuerda, más vale una vida ancha que larga.
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