Las imágenes capturadas muestran el santuario original del Gauchito Gil, ubicado en las afueras de Mercedes, Corrientes, Argentina, a aproximadamente 7 km del centro de la ciudad.
Este lugar marca el sitio donde se cree que ocurrieron los eventos que dieron origen a la leyenda y los milagros asociados con Antonio Mamerto Gil, quien fue asesinado en este lugar, iniciando así su legado.

He tenido el privilegio de visitar el santuario en dos ocasiones. La primera vez fue en el año 2008, de regreso de un viaje a los Esteros del Iberá.
En ese entonces, lo vi como un punto de interés turístico y cultural, deteniéndome para capturar algunas fotografías.
Sin embargo, mi percepción cambió drásticamente después de experimentar un milagro cuando le pedí ayuda al Gauchito Gil.
Desde entonces, nuestra conexión se ha vuelto más significativa y siempre disfruto compartir nuestra historia en común. Por eso, sentí la necesidad de regresar.
El Altar principal


Todos los días éste santuario recibe a cientos de fieles y a millones por años, especialmente el día 8 de Enero, aniversario de la muerte de Antonio Mamerto Gil.
Hay muchos otros santuarios importantes en la ciudad de Corrientes, Santa Fe, Rosario e incluso en Capital Federal y Gran Buenos Aires, pero el que se encuentra a 8 km de Mercedes es el original y el que vemos en las fotos.
También es común ver al costado de las rutas de casi todo el país, incluso limítrofes, pequeños santuarios fáciles de reconocer por tener muchas banderas, cintas y objetos de color rojo.
¿Cómo es el Santuario del Gauchito Gil?

Es un lugar raro, no tiene un propietario y crece año a año con la llegada de fieles que dejan sus ofrendas, placas de agradecimientos, etc.
No es un edificio ordenado, por el contrario es un tanto caótico y ruidoso por demás (muchas radios con música fuerte), poco tiene en común con un centro de oración dónde debería reinar el silencio.
El impacto a la primera impresión hay que admitirlo, resulta un tanto negativo.
Hay muchos puestos o comercios alrededor que no sólo venden imágenes del santo, estampitas y recuerdos de la visita al santuario, sinó también de ropa, cds y películas truchas.
Pero éso es en los alrededores al ingreso principal, hice un video para explicarlo mejor, de todos modos hay que decir que es un ambiente familiar y en todo momento hay respeto al peregrino, podemos encontrar a muchos vendedores ofreciendo sus productos pero ninguno acosa o molesta a nadie para que compres algo.
El santuario desde la ruta no tiene tampoco buen aspecto pero entre tranquilo, está a la vera del camino y puede estacionar frente al mismo en terrenos para ése fin y dónde a voluntad puede colaborar con alguien que lo va a estar vigilando.
No se asuste, el “chamigo” le va a decir que ahí nadie toca nada, simplemente está para ayudar. Cuando vean el video que pueda editarlo más adelante se entenderá más de éste ya folklore popular.
Ofrendas al Gauchito Gil

La gente le lleva todo tipo de ofrendas, placas de bronce, fotos de la familia, maquetas de la casa, la patente o una parte de un auto, hay quienes le llevan botellas con bebidas, cigarrillos, estatuillas que ahí mismo se compran y se les pone el nombre de la persona o familia agradecida, paquetes de yerba y hasta ropa.
¿Ven el poncho que tiene la estatua en la foto de más arriba?
Recuerdo claramente el momento en que una familia procedente de La Plata, Buenos Aires, llegó al santuario y colocó el poncho.
Aunque no pude confirmar si fue un acto de devoción o un agradecimiento por un milagro concedido, la expresión de felicidad y emoción en sus rostros mientras se abrazaban y tomaban fotografías sugiere que fue un momento especial para ellos.
Respetando su privacidad, opté por no realizar preguntas, pero su alegría al hacer la ofrenda me llevó a creer que, de hecho, fue un milagro cumplido lo que los llevó hasta allí.

En la parte de atrás del altar principal se encuentra otro lugar de ofrendas y oración en el cual se colocan las típicas velas rojas y/o estampitas.
La forma de pedir por ayuda es a través de una oración o un pedido con fe y encenderle una vela roja que ahí mismo venden.
Más atrás del sector principal se encuentran más comercios, un patio con un escenario dónde los domingos se realizan bailes populares y otros galpones que se van construyendo para que la gente deja sus ofrendas de agradecimiento o placas con pedidos. Es un lugar que, a estas alturas, puedo afirmar que es “enorme”.
Algo que me llamó la atención es que también había sacerdotes de la iglesia católica con sus atuendos rezando, o sea, verdaderos curas.
Un rato más tarde, mientras tomaba fotos y compraba algunas cintitas y velas para mí, familiares y amigos, veo que llegan unos hermanos capuchinos, también a rezar, encender unas velas y claro que sí, a tomarse unas fotos junto a la estatua del Gauchito.
Estos hermanos capuchinos venían desde el Paraguay a juzgar por la placa de la Nissan 4×4 que los transportaba.
Mi consejo sobre “Qué se le puedo ofrendar o Qué le puedo prometer al Gauchito Gil”
Como mencioné anteriormente, este artículo fue redactado por primera vez hace casi 8 años y ha recibido muchos comentarios, pedidos y agradecimientos.
Muchos me consultan sobre cómo llegar al santuario para cumplir su promesa de visitarlo o llevarle lo prometido. A continuación, reitero algunos consejos que suelo brindar en el texto.”
El Gauchito es verdaderamente milagroso
No puedo profundizar aquí sobre un tema tan extenso y personal como la fe, pero está claro que sus milagros son extraordinarios.
Para realizar tales prodigios, debe ser un espíritu muy avanzado y, como tal, no le interesan las ofrendas materiales. No tiene sentido ofrecerle una botella de vino o un paquete de cigarrillos caros a cambio de un milagro.
Tampoco tiene sentido prometer una visita física al santuario como pago por un milagro importante. Para aquellos que viven lejos, esto implica gastos en traslados, alojamiento y comida.
En cambio, lo mejor que podemos ofrecer a cambio de recibir un favor es hacer el bien a los demás, y esto seguramente captará más la atención del Gauchito, lo cual también contribuirá a la realización de milagros.
Por ejemplo, si alguien tiene un ser querido enfermo y este se recupera, en lugar de gastar dinero en una ofrenda material, podría ayudar a una madre que lucha por comprar medicamentos para su hijo enfermo.
Tal vez esa madre estaba desesperada por conseguir el dinero necesario, y le pidió ayuda al Gauchito para obtenerlo, él sólo los pondrá en contacto y su ayuda será su verdadera bendición, usted será parte del milagro porque le dio buen uso al dinero. Se entiende?
Otro ejemplo: Supongamos que usted se sentía muy sólo y le pide compañía, de repente se encuentra a un amigo, un familiar o a un viejo amor. A cambio podría prometer dedicar algo de su tiempo para visitar un hogar de huérfanos o un asilo de ancianos y acompañar a los que están solos.
Estas simples ideas pueden ser una forma poderosa de devolver la bondad recibida y, al mismo tiempo, buscar la atracción del favor solicitado al Gauchito.
¿Se entiende? Estas son solo ideas y ejemplos de ofrendas que pueden realizarse al pedir un milagro.
Gauchito Gil, la verdadera historia

Según la leyenda, el gaucho Antonio Mamerto Gil era un trabajador del campo que se ganó el amor de una mujer adinerada.
Este romance despertó el odio del Jefe de la Policía Local, quien también estaba enamorado de la dama y buscaba cortejarla.
Para alejar a Antonio de la mujer, el policía lo reclutó para pelear en la guerra civil correntina.
Sin embargo, Antonio desertó al considerar injusto e inútil el conflicto entre compatriotas, regresando a su tierra natal. Debido a su deserción, se emitió una orden de captura y fue condenado a muerte.
El propio jefe de policía se convirtió en su verdugo, y en el momento de ejecutarlo (algunos relatos mencionan un disparo, otros mencionan su decapitación al pie de un árbol), el gaucho le dijo: “Cuando llegues a tu casa, tu hijo estará muriendo de una enfermedad, pero si rezas en mi nombre, será sanado”. Luego de estas palabras, Antonio Gil fue asesinado.
Al regresar a su hogar (lo que a menudo implicaba varios días de viaje a caballo), el policía descubrió que su hijo efectivamente estaba gravemente enfermo.
Desesperado, rezó al Gauchito, quien milagrosamente, según los médicos, curó al niño.
El policía regresó al lugar donde había ejecutado a Gil y le dio una digna sepultura, colocando una cruz y una bandera roja.

Desde entonces, la leyenda se ha difundido por todo Corrientes y más allá, atrayendo a personas que buscan la ayuda del Gauchito y su intercesión para que Dios escuche sus plegarias.
Así, el santuario continúa creciendo junto con la leyenda.
Milagros del Gauchito Gil, Mi Testimonio
En el 2009, pasé por una experiencia que cambió mi vida por completo. Mientras me encontraba en Río de Janeiro por motivos laborales, sufrí una trombosis venosa profunda en mi pierna derecha, seguida de al menos 3 micro embolias pulmonares y con una oclusión circulatoria del 100%.
Fui trasladado de urgencia a Argentina, donde pasé cuatro días en terapia intensiva. Los médicos eran pesimistas y temían que pudiera perder mi pierna, e incluso me mencionaron la posibilidad de una amputación.
En medio de la angustia y la incertidumbre, una enfermera brasileña me sugirió que buscara ayuda espiritual. Me pidió que le rece a cualquier Santo que pueda ser mi representante antes Jesús, así me lo indico.
Es que en Brasil son muy creyentes de los espíritus, a veces más que de los Santos reconocidos por la Iglesia Católica.
Recordé entonces al Gauchito Gil, cuyo santuario había visto con curiosidad un año antes. Decidí pedirle su intercesión.
Hoy, a pesar de las dificultades y las limitaciones físicas que aún enfrento, estoy enormemente agradecido. Mi pierna se ha recuperado notablemente, y los médicos consideran mi caso como un verdadero milagro, lo digo de verdad, se lo menciona en trabajos de investigación y en congresos médicos en Córdoba.
Debo parte de mi recuperación al Gauchito Gil, quien, creo yo, me guió hacia los profesionales adecuados en aquella oportunidad. Al Dr Ariel Del Vals, al equipo del IMC.
Este episodio transformador no solo impactó mi salud física, sino que también cambió mi perspectiva de la vida.
En 2011, ya recuperado en un 75%, y con una nueva apreciación por la vida, decidí embarcarme en un viaje por América en camioneta junto a mi familia.
A bordo de “La Gauchita”, una camioneta que bautizamos en honor al protector que creo que estuvo conmigo en mis momentos más difíciles, vivimos una experiencia inolvidable.
Este viaje se ha convertido en una aventura compartida en mi blog durante los últimos 10 años, y es un testimonio de mi fe, gratitud y determinación para vivir la vida de una manera más tranquila, espiritual y ayudando a los demás siempre que sea posible.

Gauchito Gil, Gracias.