El viaje por carretera hacia los Estados Unidos nos llevó a lugares que no estaban en el plan original, uno de esos fue La Casona del Camino Real, el lugar perfecto para quien busca dónde dormir en Yala.
La dueña del hotel, pese a no poder estar presente por motivos personales, decidió abrirnos las puertas del lugar, literalmente. La posada estaba en plena pretemporada, vacía y en refacciones.
No solo nos ofreció quedarnos, sino que además nos asignaron la suite presidencial, una habitación que era más grande que el living de casa.
Un refugio perfecto para el alma viajera
El clima no nos acompañó durante nuestra estancia, pero eso no fue un obstáculo. Después de días intensos de preparativos y de los nervios propios de arrancar un viaje tan ambicioso, La Casona del Camino Real se convirtió en el lugar perfecto para recargar energías.
Marce aprovechó para descansar, los chicos se entregaron al placer de ver películas en la cama gigante, y yo me sumergí en el trabajo del blog, editando fotos y procesando un alud de pensamientos sobre lo que estaba realizando.
Y aunque no hicimos mucho turismo en la zona, cada instante en la casona fue valioso. Esta parada no solo nos permitió recuperar fuerzas físicas, sino también reafirmar la decisión de dejar atrás nuestro hogar en Villa María para lanzarnos a la aventura.
El viaje toma forma cuando uno cruza la primera frontera, faltaba poco para salir de Argentina.
El alma necesita momentos como este para convencerse de que ha hecho lo correcto.
Un paseo entre nubes y paisajes
Antes de partir hacia Chile, decidimos aprovechar el último día para explorar un poco. Comimos unos deliciosos lomitos en un pequeño kiosco al costado de la ruta y luego nos aventuramos hacia dos lugares recomendados en Yala:
- Termas de Reyes: Un sitio ideal para relajarse en sus aguas termales rodeado de paisajes imponentes. Aunque nuestra visita fue breve por la amenaza de tormenta, el lugar promete una experiencia reparadora.
- Reserva Natural Lagunas de Yala: Un conjunto de lagunas enclavadas en la selva jujeña, perfectas para quienes buscan conectarse con la naturaleza. El camino de ripio y la posibilidad de derrumbes nos obligaron a regresar antes de llegar a las lagunas, pero el trayecto ya era un espectáculo en sí mismo.
- Purmamarca y el Cerro de los Siete Colores: Aunque este destino quedó para el día siguiente, no se puede dejar de mencionar si estás en Yala. La magia multicolor del cerro es una parada obligatoria para quienes recorren esta zona.
La despedida y el agradecimiento
Al día siguiente, con algo de tristeza, dejamos atrás Yala y nos dirigimos hacia Purmamarca y el cruce a Chile.
Pero La Casona del Camino Real quedó grabada en nuestra memoria, no solo por el lujo de la suite o el confort del lugar, sino por la calidez y generosidad que recibimos.
Ojalá algún día podamos regresar y dar las gracias personalmente. Por ahora, agradecemos desde el corazón y seguimos adelante con el alma renovada y la convicción de que el camino siempre recompensa.
Si estás por la zona y buscas un lugar donde sentirte en casa, no dudes en pasar por Yala y dejarte mimar en este rincón especial del norte argentino.
Alojamiento en Yala, Jujuy. Más fotos
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