Días atrás, tuve el privilegio de conocer a una familia que dejó atrás la rutina y las comodidades de la vida convencional para embarcarse en una aventura épica: vivir en la carretera, experimentando el “Aquí y Ahora” cada segundo de cada día.
A bordo de una Mercedes Benz Sprinter convertida en motorhome, su sueño es claro y ambicioso: llegar a Alaska.
Este encuentro fue posible gracias a iOverlander, una aplicación que conecta a viajeros de todo el mundo.
A través de esta herramienta, pude conocer la historia de esta familia y compartir momentos que, aunque breves, dejan una huella profunda.
El encuentro viajero
El primer contacto fue en una semana atípica en términos laborales. A pesar de las dificultades, encontramos tiempo para reunirnos.
Nos encontramos en Canal 20 Villa María, donde junto con Leo, realizamos una entrevista matutina para el programa “Modo Directo”.
Este momento fue solo el comienzo de una serie de relatos e historias inspiradoras que vuelven a instalarse en mi mente, ¡la ruta LLAMA!
Posteriormente, la familia llegó a casa con su motorhome, un hogar sobre ruedas que Ezequiel, el padre, construyó principalmente con sus propias manos en una dedicación de meses a tiempo completo.
La MB Sprinter, originalmente un bus de transporte se transformó en un acogedor espacio familiar, equipado para enfrentar cualquier desafío que el camino les presente.
No quise hacer hoy un video del interior, lo que conoce como Van Tour en terminología video viajera, porque al video para mostrar cómo quedó el trabajo realizado lo van a estar subiendo ellos en el próximo capítulo de su canal de YouTube. (Spoiler: Quedó muy bueno)
Primer Video Aquí y Ahora Sin CP
La Ruta Hacia el Sueño
Partieron desde Olavarría, provincia de Buenos Aires, hace más de 100 días. Ezequiel me contó que su objetivo no tiene fecha límite, viajan sin apuro.
En su viaje, procuran no recorrer más de 200 km entre cada parada, disfrutando de cada lugar que visitan sin prisa, para trabajar en el camino y hacer rendir los ingresos para enfrentar el mayor costo de todo viajero rodante, el combustible.
La decisión de vivir viajando implicó vender la mayoría de sus pertenencias materiales, incluidos los juguetes de las niñas y su auto.
Solo dejaron una casa vacía con nuevos inquilinos, que les proporciona parte del sustento necesario para su viaje.
Para mantenerse, crean artesanías y venden un libro didáctico, producido y editado por Cecilia, la madre, que también es docente.
La Magia de la Vida en Carretera
Alina y Agatha, las hijas, son el corazón de esta aventura. Alina, una niña llena de energía y curiosidad, me corrigió con entusiasmo cuando mencioné el libro didáctico: “¡Es para niños y niñas!” Agatha, por otro lado, es una niña tranquila y reflexiva, con una inteligencia y humor que sorprenden.
Un momento inolvidable fue cuando Agatha, quien nunca había montado en un skate, aprendió a hacerlo en una sola tarde en el patio de casa.
Mientras las niñas jugaban con mis juguetes con ruedas, sus padres aprovechaban para editar el primer video de presentación de su proyecto, un hito que tuvimos el privilegio de ver juntos desde casa.
Inspiración y Conexión
Como aficionados y grandes consumidores de videos de viajeros, mi familia y yo hemos visto innumerables aventuras en nuestra televisión a través de YouTube.
Sin embargo, nunca habíamos tenido la oportunidad de ver un video de una familia viajera junto a sus protagonistas, viviendo su sueño en tiempo real.
Este momento nos hizo sentir parte de su viaje, de su sueño, de una manera distinta
Este encuentro no solo nos conectó con una nueva familia de viajeros, sino que también nos recordó la belleza de vivir el presente y seguir nuestros sueños, sin importar cuán grandes o imposibles parezcan.
Un Adiós Temporal
Nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos en el camino. La historia de esta familia es un recordatorio poderoso de que la vida es una aventura para ser vivida plenamente.
Su valentía y determinación son una inspiración para todos los que, en algún momento, han soñado con dejarlo todo y seguir su corazón.
Ahora, somos parte de este maravilloso viaje ¡Nos vemos en el camino, amigos viajeros!